Narración que sobresale no sólo por su lenguaje sino precisamente por su
magistral desarrollo en cuanto a la reflexión que hace sobre la vida, el sueño,
la realidad, y el destino del autor en la ciudad de Bogotá. Una ciudad real en
la que es preferible tener una imagen de ensoñación para poder soportar la
búsqueda permanente de nuevos horizontes. Aquí la ciudad ya no es un conjunto
de calles y semáforos, la ciudad es un texto vivido donde hay sujetos, objetos
vivientes. Hay una descripción de lo que son las grandes urbes, lo que implica
el gentío, el ruido, los muros.
Expone personajes que reflejan las diferentes
ideologías de la época (década de los cincuenta, comienzos de los sesenta),
voces que dejan traslucir su inconformismo y cuestionamiento de la existencia
humana.
En esta obra
hay manejo de un tiempo narrativo que va del presente al pasado o lo contrario,
dejando huella en el texto de los hechos histórico-sociales acontecidos en
estas décadas. Son tantos los acechos de la ciudad y de él mismo, que su
mirada, sin poder asirse a ningún ámbito concreto, retorna a sus recuerdos y
revela un estado desgarrado de su espíritu. Es una narración en la que están expuestos
lo urbano y el mundo interior; y en palabras del mismo escritor, es una obra en
donde hay una carga densa de ideología que parece a veces más un ensayo largo
que otro tipo de narración.
CRESPO, José Manuel. (1998). Considéralo un sueño. Bogotá: Magisterio.