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Viaje al mundo literario narrativo y poético de este escritor a través de toda su obra.



lunes, 26 de agosto de 2013

EL TIEMPO IV



     Según Genette, hay cuatro formas fundamentales del movimiento narrativo:
     1. La elipsis, que es un salto temporal, y las hay implícitas “aquellas cuya propia presencia no aparece declarada en el texto y que el lector sólo puede inferir de alguna laguna cronológica o soluciones de continuidad narrativa” (1989:162), explicitas (funcionan mediante la indicación del lapso del tiempo que eliden, lo que las asimila a sumarios muy rápidos) e hipotéticas (la forma más implícita de la elipsis, revelada a posteriori por una analepsis). Un ejemplo de este movimiento narrativo en la autobiografía de Crespo sería: “Veinte y más años pasan. Pero en ese largo después en que se fueron diluyendo con la misma y lenta irrealidad de un sueño de atardecer mi bosque de silencios y de tonos profundos […]” (1987:16).
     2. La pausa descriptiva, que son descripciones que detienen la historia: “Me llevaré mi alma (ese soplo de sombras, ese humo, ese ángel angustiado que agoniza dentro de esa raída vestimenta de carne)” (1987:242).
     3. La escena, que es la isocronía convencional, generalmente en forma de dialogo y puede llevar pausas, anacronías, etc.: “-¿Con quién hablas, Marina? -Le hablo a mi carne, niño” (16).
     4. El summary o relato sumario, que es en general el tránsito de una escena (con fuerza dramática) a otra: “En mi sísmica vida he comprobado que la historia es una lucha entre el que pega primero y el que se ríe de último porque hasta el viento sabe que en juego largo hay desquite.” (172).
     De los cuatro movimientos el menos desarrollado por Crespo es la escena y los otros tres se dan en relativa igualdad.


Crespo, José M. (1987). Largo ha sido este día. Bogotá: Plaza y Janés.



Genette, G. (1989). Figuras III. Barcelona: Lumen.
 

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