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Viaje al mundo literario narrativo y poético de este escritor a través de toda su obra.



domingo, 1 de septiembre de 2013

EL TIEMPO VI



     Por lo general, Crespo se enfoca en: 1) contar n veces lo que ha ocurrido una vez y, 2) contar una sola vez lo que ha sucedido n veces y es el caso 2 a lo que Genette llama relato iterativo que en este caso “una sola emisión narrativa asume varios casos juntos del mismo acontecimiento” (1989:175), un ejemplo de ello es:

Pronto será de noche. Algo del color de la brisa pasa como la campanada de una campana oscura y astillas de oro caen desde los ojos de las hojas ciegas y desde los murmullos de las olas del aire. Del otro lado del mundo llega el rumor de una cascada. Alguien que junto al fuego talla barquitos de madera blanca remueve de cuando en cuando las cenizas mientras afuera, en la luz muerta, en la negrura de la playa, los pájaros marinos picotean los ojos de un jurel en un rito que deja la arena ensangrentada. Pronto será de noche. Y a todos van a preguntarnos por el amor […]. (Crespo, 1987:242) 
 
     Relatos iterativos que se aproximan bastante al de la descripción:

Es casi noche. Es la hora en que los duendes abren su botella de humo, las orillas comienzan a correr con el río y un hechizo de sombra y pena negra nos cubre de ceniza las olas para que no miremos las visiones del viento que ha de esparcir el polvo que seremos cuando todos nuestros sueños, anhelos y esperanzas sean como si nunca hubieran sido. Es ese mismo viento seco y casi siempre enemigo que en los ocasos amarillos requemaba las rosas y las hojas tardías de los veranos pero que a veces, cuando estaba en vena, dejaba su hambre de guerra y sus caprichos de rey loco, me revelaba enigmas y me daba la vida. Es casi noche, en una playa ocre alguien pinta holoturias oyendo una campana sumergida y pájaros feroces por el vaho neblinoso del rebaño de olas. Tienes un pie en la luna; ponlos ambos y salta, me decía Marina en esas madrugadas en que allá en el fondo del aljibe buscaba el rostro de la mujer amarga. Es casi noche y hasta parece irreal que alguna vez fui un niño entre los mirtos. (p. 244)

     En todo relato iterativo hay distintos rasgos, uno de ellos es el de la determinación, en donde hay una recurrencia que en la práctica puede considerarse ilimitada (Genette, 1989:186), hay una repetición por ejemplo en torno a lo sucedido en determinados tiempos del día, con evocaciones que recurren en los acontecimientos: “Años más tarde, cuando un profesor […]” (Crespo, 1987:156), “Años más tarde, cuando echado en un catre […]” (187). Otro rasgo es el de especificación, uno de los más usados por Crespo, que puede ser indefinido y por lo general está marcado por un adverbio del tipo de: a veces, ciertos días, a menudo, todos los días, etc., ejemplo de éste podrían ser: “ciertos atardeceres en que le daba por […]” (161), “Ciertos atardeceres las casas parecían construidas de […]” (46), “ciertos atardeceres fuertes en que […]” (41), “ciertos atardeceres, al regusto de un anisao […]” (22), “ciertos atardeceres densos de […]” (93), “ciertos atardeceres se cubrían de fantasmas y cenizas […]” (232); “Ciertas noches la casa era […]” (120), “Ciertas noches el patio […]” (151), “ciertas noches en que […]” (57), “Ciertas noches, en cambio […]” (186), “ciertas noches iban dejando […]” (132), “y ciertas noches en que la luna […]” (220), “Ciertas noches las brisas nos traían […]” (136). El último rasgo es el de extensión, el cual es de duración tan corta que no da pie a expansión narrativa alguna, es puntual: “eran las cuatro de la madrugada de aquel martes diecisiete de octubre […]” (82), “Este minuto me recuerda una noche ya perdida […]” (86), “A las seis de la tarde se sentían repicar unas campanas” (75). Estos rasgos conjugan una serie de variantes de orden iterativo que por lo general se conjugan sobre todo de las determinaciones y especificaciones ya que pueden actuar juntos en el mismo segmento narrativo. 


CRESPO, José Manuel. (1987). Largo ha sido este día. Bogotá: Plaza y Janés.

GENETTE, G. (1989). Figuras III. Barcelona: Lumen.


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