Crespo trata el elemento iterativo para
exponer acontecimientos singulares ya que abren una ventana a la duración de
sus escritos: “donde noche a noche giraban […]” (1987:134), “esclavo que noche
a noche se adormece o se desvela […]” (77), “melancolía que noche a
noche parecía cubrir a las enredaderas […]” (126), “y donde noche a
noche giraban y giraban los discos de Agustín Lara […]” (134). La categoría
de la frecuencia es un aspecto identificable en la autobiografía de Crespo, en
cualquiera de los casos que expone G. Genette. Como lo afirmaba anteriormente,
esa repetición se da sobre todo con palabras que tienen una relación de
significado con el tiempo, otros ejemplos repetitivos en su composición son:
“en aquellas noches averanadas en las que parecía que […]” (200), “los
calores de las noches averanadas de la temporada […]” (69) “algunas noches
averanadas en que las cisternas […]” (132); “En esos atardeceres en que
el sol entraba […]” (191), “En esos atardeceres en que los dueños de
árboles […]” (243); “y cenicienta luz de los atardeceres difuminando los
contornos […]” (130), “deprimente luz de los atardeceres la enmarañaban
[…]” (100), “que la luz del atardecer se iba juntando alrededor […]” (147),
“de la luz del atardecer y los maléficos espíritus […]” (8). Crespo no
se cansa de lo que sucedía en Ciénaga, por ello lo repite: “[...] en esas
tardes averanadas en que la luz […]” (76), “en esas tardes averanadas
en que […]” (239). Otros ejemplos son el enunciado con la palabra madrugada: “En
plena madrugada, cuando […]” (177), “En plena madrugada para […] (186),
“en plena madrugada y a ciegas […]” (165); El campo temporal con
contenidos iterativos se da a lo largo de toda la autobiografía y sería
interminable hacer citación de todas las presentes en ellas, así que termino este
aspecto de la frecuencia con estos últimos ejemplos: “en esos tiempos en que
los […]” (83), “en esos tiempos en que las bandadas […]” (158), “En esos
tiempos en que toda la Costa […]” (50), “esos tiempos en que la
quina […]” (9).
Crespo, José Manuel. (1987).
Largo ha sido este día. Bogotá: Plaza
y Janés.
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